Admito que tenía más esperanzas puestas en este nuevo disco de Garbage, y más al ver esa portada que personalmente me ha encantando, y eso que nunca he sido muy forofo de la banda, pero con Empty, canción con la que avanzaban este trabajo me pusieron el radar alerta.
Se me disparó la euforia al escuchar la redonda We Never Tell, y un poco menos con So We Can Stay Alive, pero parecían suficientes razones para creer que podía ser posiblemente su mejor disco, aunque habiendo material tan llano como Teaching Little Fingers To Play o Sometimes, en la que Shirley Manson parece una Lana Del Rey venida a menos, así que todo queda en un coitus interruptus.
Con ello no quiero decir que me parezca para nada un mal disco, ya que es de ley que recojan las migajas que otros grupos les han dejado de un camino que ellos abrieron, y aunque sobrados de personalidad y carisma, parece que no acaben de encontrar un camino con el que expresarse pasado tanto tiempo. Habrá que ver si hay continuidad y si finalmente lo encuentran.
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