No debería de sorprender que hable bien del nuevo material de Love Of Lesbian, ya que me considero uno de esos fieles contra viento y marea, pasen años y caigan panes, y menos si como aquí nos narran y cantan historias tan bonitas como lúcidas.
Si a eso se le suman una portada y unas ilustraciones de Sergio Mora, coloristas y surrealistas como el mismo grupo haciendo de hilo conductor, pues ya es imposible encontrarle pega alguna.
Empieza el disco con Planeador, una entrada suave para un tema de subidas y bajadas, tanto en lo sonoro como en lo lírico y que contiene trazos de esos que los que les adoramos nos hacemos tan nuestros como "yo que pensaba que aún volaba y era inercia", "que alguien me salve, a veces despierto y soy yo" o "me escondí tan bien que al final no me di cuenta y mi infancia había acabado unas décadas después", demostrando que la pluma de Santi Balmes sigue destilando maestría.
Desgranaron canciones hasta la salida del disco del calibre de Bajo El Volcán, uno de esos singles perfectos marca de la casa; Cuando No Me Ves, un pepinazo con unos sintes de lo más apetecibles; los casi diez minutos de la juguetona y creciente Psiconautas (¿alguien recuerda a ese grupo hippie catalán con el mismo nombre de los años noventa?); y El Yin y El Yen, que me temo que será de esas que nos harán sudar en los directos.
No me quisiera olvidar de la belleza sonora de temas como En Busca Del Mago y Los Males Pasajeros; y sobre todo la suma de magias junto a Joan Manel Serrat en la que da nombre al disco, El Poeta Halley, que si para ellos fue un sueño contar con este mito, a los oyentes poderles disfrutar juntos ya ni os digo.
Dirán los que no se dignan a escuchar que hacen música para las masas, que es música mainstream, y otras memeces de estirado (¿que disco de los que suenan en "los 40" tienen canciones con una media de cinco minutos de duración, y que además los llenen con letras tan brutales?), pero lo han vuelto a hacer, y lo han hecho corregido y aumentado. No diré que es su mejor disco, ya que creo que lo digo siempre que reseño alguno suyo, así que me limitaré a disfrutar de este hasta dejarlo sin jugo y así hago tiempo para el siguiente.
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