Con su anterior trabajo de título homónimo, Amatria, o lo que es lo mismo, Joni Antequera, nos conquistó con canciones que a parte de ir directas a nuestras zapatillas, iban directas a nuestro cerebro y nos invitaban a reflexionar sobre la vida y sus cosas mientras eramos incapaces de parar quietos.
Todo esto viene corregido y aumentado en Algarabía, el que suena perfectamente engrasado y certero a la hora de crear hits de diferente pelaje, caso que sucede desde la primera canción, Discordia, que personalmente he emparentado sonoramente con las grandes canciones de mi admirado Algora (¿para cuando un dúo de estos dos cracks?); que sigue con la tropicalista Encaja, que nos puede llevar a la memoria a bandas como 21 Japonesas o los Danza Invisible más calientes y menos mainstream, e incluso con unos fraseados a la altura del mismísimo Santiago Auserón.
Completa esta tripleta inicial de lujo la inmensa Animal, con la que es imposible mantener los pies quietos y que le hace buena sombra a Chinches, que por otro lado es una de las más divertidas refrescantes de nuestro pop independiente de los últimos años. Hay que subrayar que podía haber salido escaldado arriesgándose a versionar Lucha De Gigantes del gran Antonio Vega, pero como parece ya una marca de la casa (no hay más que ver lo que hizo con La Copa De Europa de Los Planetas), se lo lleva a su terreno y consigue darle uos matices sutiles y diferentes a un clásico que solamente hacen que sumar a favor de la canción.
No quisiera dejar de destacar de temazos como son Lobo, en la que la influencia de los últimos Daft Punk parece más que evidente; ni la deliciosamente ochentera El Coche Fantasma, en la que a ritmo de sus sintes (y posiblemente a mi pesar) me he puesto a cantar el Eva María de Fórmula V sin darme cuenta; ni con ese colofón intrumental épico-electrónico que es Humanos Vs Máquinas; todas ellas formando parte de la mejor de las algarabías posibles. Veremos que pasa en nuestra lista de este año...
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