Nuestra admiración y cariño para/con Orange Broek viene desde sus primeros pasos, y claro, la edición de este '89, del que nos informaron cuando estaba en pleno de creación, nos ha hecho esperarlo con muchísimas ganas.
Obviamente nada más salir lo hemos devorado como caníbales, le hemos puesto como nuestro disco de la semana, y número uno de nuestro #Top20TelúricoMarzo, que podéis ver y escuchar a la derecha de vuestra pantalla.
Esa primera posición es con la magnífica Acéptalo, con la aportación de Santi Capote, que también se encarga de la producción del disco, y que con la verdad que desprende por su garganta, hace más real esa bofetada de realidad que es el tema, para quien la escucha por la empatía inmediata que puede hacer aflorar.
Pero este trabajo tiene un punto sonoro un tanto más oscuro de lo que nos tienen acostumbrados, cosa que se hace visible en la creciente y excelente (¡toma rima!) El Senyal; en la inicial Obedient, que puede llevarnos a los primeros tiempos de unos OMD, e incluso al Jean-Michel Jarre menos luminoso; o en la más tensa Tens Massa Por. Y como no, subrayar la que para mí es uno de los hits del disco junto a la primera citada, Tomar Distancia, en la que la influencia sonora de Capote (aunque no lo buscaran) se hace más que evidente.
Pero no quiero terminar este reseña sin citar dos cosas : 1) que las revistas, blogs y webs que van con la banderita como modus operandi en muchos casos, por encima de lo que es la cultura en sí, que ya podrían destacar (y de lo lindo) por encima de tantas bandas neo-folk o perroflautas directamente, lo que están haciendo los Orange Broek, ya que con un sonido totalmente universal introducen su idioma de forma natural; y 2) decirles a Pere y Arnau que con este trabajazo, además de darle candela de lo lindo al suyo, me han hecho recordar y buscar mis vinilos de Santuario, banda de tecno-pop oscuro de los 90s que mereció mejor suerte. Así que gracias por ambas cosas y por ser tan valientes e íntegros.
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