Antes de ponerme con el resto del disco les tengo que agradecer a Les Sueques que hayan creado una canción como Les Ones, que parece tocada por la varita del mismísimo Phil Spector y a la que ese toque psicodélico de las voces y la instrumentación le dan un puntito casi mágico. Enamoradito me tiene y daré rendida cuenta en mis listas de lo mejor del año, quedan avisados.
Nos regalan once visiones del movimiento desde su divertido (no por ello menos cínico) punto de vista, y así en temazos como Tú Em Caus Molt Bé; la frenética y garagera Res; o la mismísima Heroïna De Montserrat, con una súper heroína salvando almas en la muy nostrada montaña (que nos encanta que en la nota de prensa la nombren como telúrica), nos hipnotizan y atrapan en su particular mundo.
Nos regalan once visiones del movimiento desde su divertido (no por ello menos cínico) punto de vista, y así en temazos como Tú Em Caus Molt Bé; la frenética y garagera Res; o la mismísima Heroïna De Montserrat, con una súper heroína salvando almas en la muy nostrada montaña (que nos encanta que en la nota de prensa la nombren como telúrica), nos hipnotizan y atrapan en su particular mundo.
Eso sí, que sepáis que en mis noches de pinchadisqueo y en sus conciertos (que espero que sean muchos) la que más disfrutaré es Merda, alma punki tanto en letra como en concepto, y para mí el puñetero hit del disco. Por no perder la costumbre, diré que han vuelto a hacer eso tan difícil de arrancarme una sonrisa después de escuchar su (s) disco (s), cosa que espero y deseo que nunca deje de sucederme a lo largo de su, espero y deseo, larga carrera. Y es que no andamos sobrados de bandas desprejuiciadas, irónicas y directas como Las Sueques...
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