Unidad de desplazamiento fue el primer disco de Los Planetas, en el año 2000, que en su libreto incluía las letras de las canciones, y puede que este hecho aparentemente trivial consiguiera popularizar el grupo. En este sentido, debemos tener en cuenta la complicada vocalización de Jota, el guitarra, teclados y vocalista del grupo, que muchas veces ha hecho de Los Planetas una banda de difícil comprensión para el gran público. Com la edición de Unidad de desplazamiento y un tema tan potente como Un buen día (que fue el segundo single después de otro temazo, Vas a verme por la tele), por primera vez era posible escuchar las canciones y entender a la perfección lo que decía Jota. Anécdotas al margen, aunque hay que tener en cuenta que el disco escaló en las listas de ventas hasta situarse entre los 20 más vendidos en España, la realidad es que Unidad de desplazamiento es un trabajo antológico, por no decir perfecto, que debería estar en todas las casas y enseñarse en las universidades. No vale la pena hacer aquí un repaso exhaustivo de cada uno de los temas, ya que Unidad de desplazamiento es un disco que hay que escuchar de un solo trago. Si acaso, destacar especialmente la canción Un buen día, que es una de aquellas canciones con tintes y aromas autobiográficos, de las que te explican una historia sobre lo difícil que es olvidarte de la persona que has amado. Un pedazo de tema que te pone los pelos de punta y el nudo en la garganta, y que poco tiene que ver con el videoclip simplón que Los Planetas perpetraron para el single, y que se puede encontrar como extra en la segunda edición del disco, en formato convencional.
También es memorable el tema Santos que yo te pinté, el tercer single, en el que la banda de Granada pusieron nuevamente de manifiesto la fuerte influencia que sobre ellos ejerce la tradición del flamenco. De hecho, Unidad de desplazamiento parece en algunos momentos una especulación futurista de cómo será el flamenco en el siglo XXV. Por eso, no es casualidad que Los Planetas nos propusieran una revisión de los palos del flamenco, adaptándolos al rock, en su último disco, La leyenda del espacio (2007), con un título que es también un homenaje al disco revolucionario de Camarón de la Isla, el incomnensurable La leyenda del tiempo (1979).
P.U.L.S.E es el (casi, casi) mejor trabajo de Pink Floyd. Y digo casi porque se echa en falta a Roger Waters. Y digo casi también porqué es un directo resumen de sus mejores trabajos. Pero el DVD capta la esencia de una de las bandas más influyentes (por no decir la que más, con permiso de The Beatles) del siglo XX. Y por último, digo casi, porque dejaron de banda su época más psicodélica (a excepción de Astronomy Domine).
La cinta se grabó en dos noches en el Earls Court de Londres, en 1995. Ya por entonces, la banda estaba dando sus últimos coletazos a lo que fue su última gira como grupo, tal y como se les conoce (dejando de banda las trifulcas entre Waters y el resto). Pero supieron dejar la esencia registrada con un directo apoteósico y un sonido sin precedentes. Memorables son las proyecciones que se utilizaron durante el espectáculo, como memorables son el escenario o la cama cayendo en On The Run.
La primera parte del concierto es un resumen de sus mejores temas (aunque siempre estará el típico fan que dirá que faltó esa o aquella). Shine On You Crazy Diamond abre el tracklist. Y Richard Wright (Shine on!) será recordado por su sinte. Después ejecutan gran parte del The Division Bell, que aunque no sea un gran disco, tiene hits como Learning To Fly o Take It Back. Rematan con un Another Brick In The Wall y One Of These Days (una de mis preferidas).
Pero lo que realmente sobresale es la segunda parte. Una ejecución entera del The Dark Side Of The Moon que te deja boquiabierto del principio al fin. Destacar el The Great Gig In The Sky por encima de todo, que pone los pelos de punta. Y como colofón final, Wish You Were Here, Comfortably Numb (con uno de los mejores solos de guitarra en directo de la história, by David Gilmour) y un Run Like Hell incendiario.
Dejo el Comfortably Numb, no apto para impacientes. Cuidado con el espectáculo de luces.
Si a todo eso se le añaden los extras, y que será dificil volver a ver a la banda en funcionamiento, es un gran paquete para todo fan (y no fan) que se precie. 5 estrellas.Además, hay que apuntar que el doble CD que también se editó contiene algunos temas más.
Pues nada, en la amalgama de grupos que voy descubriendo, pocos son los elegidos que me atrapan, pero aqui va otro. Arropado por el sello independiente Rock Indiana y al precio único de 5 euros, vió la luz a principios del mes de marzo, el esperado segundo álbum de Bombones: Diska.
Tras la publicación de un mini cd de versiones (A Kiss Supreme, 2005) en el que son capaces de mezclar el Last Nite de The Strokes con el Genie in a Bottle de Christina Aguilera, el quinteto sevillano vuelve a la carga con su nuevo trabajo, por primera vez en español.
Como ellos mismos anunciaban "Diska es una especie de collage de todos nuestros gustos". Once canciones en las que tienen cabida una colección de diversos estilos, como el funky, la psicodelia, shoegaze (A Otro Lugar), el rock, la electrónica (Les Enfants), la sencillez del indie nacional (A Ras del Cielo) y hasta ecos folkys (la estupenda El Acento Invisible). Todo un muestrario de sonidos que ha contado con una preparación de lujo. Producido por Paco Loco y masterizado en Nueva York, en el prestigioso estudio Sterling Sound, por Greg Calbi, encargado de darle el acabado final, como hiciera en su momento con los trabajos de Springsteen, Lucinda Williams, The Strokes o Interpol, entre otros. Vamos, que sabían lo que hacían.
The Mars Volta no es habitual, tanto como no es habitual encontrarse con un disco de debut como este. The Mars Volta no tienen un discurso habitual.
Primero, porque la guitarra de Omar Rodríguez-Lopez destila un sonido único, tosco, complejo. Se tilda de autodidacta, pero bien se le podría comparar con un Robert Fripp (King Crimson) o con un Santana desquiciado época Abraxas, pero no le hace justicia. Es un dominador del ruido.
Segundo, por la voz (Cedric Bixler-Zabala). No hacen falta guturales para transmitir rabia. Y con la voz, la historia. De-loused in the Comatorium es un disco de concepto : la história de Cerpin Taxt, que dejo a manos de quien lea esto que la descubra.
Tercero, la bateria. Parece metal pero no lo es. Parece punk, no lo es. Es rock muy bien estudiado, y con unos riffs que hacen que saltes y que te conviertas en un maníaco mental. Un 10 para Jon Theodore, que abrió camino entre el jodido mundo del ritmo. Fue capaz de hacer un cóctel de alta velocidad de rock, salsas varias y una pizca de muy mala leche. Y lo mejor, es que los que vinieron después le supieron seguir con estilo.
Del disco se pueden destacar temazos como Inertiatic ESP, Eriatarka o la gran pieza Take The Veil Cerpin Taxt. Y si quieres descubrir la cara más experimental de esta gente, Drunkship of Lanterns os sacará de quicio.
He de decir a favor de The Mars Volta (además), que empecé escuchandolos por el Frances The Mute, pero que poco a poco las cosas caen por su peso, y éste es el disco más -digamos- divertido y contundente de su discografía.Ah, y me he propuestos verlos de una vez en directo.
Por cierto, invitados de lujo (Flea, John Frusciante - a los que veo mejor ubicados que en Red Hot Chili Peppers, últimamente). Como se nota la carrera en At The Drive-In. Por este blog va a pasar la discografia entera de The Mars Volta, estoy seguro.
Si de algo nos podemos sentir orgullos la gente de Invasors Culturals es que los pocos conciertos que hemos conseguido montar eran con gente estupenda y musicazos auténticos y pasionales. Desde Nanook, a Anna és un Koala y el caso que nos ocupa : Iba Andando.
Estos chicos valencianos, con un gusto especial para las melodias, vinieron a presentarnos Mañana por la Mañana su último EP con una deliciosa portada y con 10 canciones, con lo cual lo podriamos tildar de LP en toda regla. Y digo en toda la regla por las canciones.
Son un grupo con discurso propio, navegando en las aguas de los mismisimos The Lemonheads (mi grupo referencial de los 90), Australian Blonde y las diferentes cabezas de los proyectos del sr. Fran Fernández. Con canciones como Amsterdam (mi favorita), Hasta el infinito y más allá o Me haces daño, estos chicos ya tendrían que haber dado el pelotazo y pasar a la primera división del indie nacional.
Tiempo al tiempo, que material y ganas me temo que no les va a faltar.
Muchas veces te preguntas quién cojones hace las tapas de los discos, recopilatorios, vinilos y demás. Una de esas cabezas pensantes con manos artesanas es Storm Thorgerson.
Este británico sentó cátedra al disociar por medio del surrealismo el concepto de la carátula y el contenido del álbum en si, durante los 70.
Con el estudio Hipgnosis creó la carátula para uno de los LP más vendidos de la historia : el The Dark Side Of The Moon. El prisma refractando la luz blanca es quizá la portada más recordada por la memoria colectiva. Pero no se haria justicia a un hombre (estudio, todavía) que plasmó con imágenes una generación psicodélica con grandes ideas. Con una Hasselblad y unas tijeras consiguió mucho más que algunos de los mejores con el Photoshop en estos dias. Por su estudio pasaron Genesis, Led Zeppelin, Yes, Roy Harper, la Electric Light Orchestra...
En el 83 se separa de sus compañeros en Hipgnosis y empieza su carrera en solitario como grafista. El tratamiento de los espacios, así como de los elementos oníricos que componen sus trabajos ha continuado siendo su línea principal.
En los 90 y en la actualidad ha sido reclamado por grupos como The Cranberries, Phish o Deepest Blue. Pero de los trabajos más memorables de su última época es la portada del Absolution de Muse. Todavía hay mucha gente preguntándose de dónde salieron esas personas voladoras. En el Making of Absolution que se adjunta en algunas ediciones especiales, hay unas cuántas imagenes reveladoras.
Storm Thorgerson seguirá siendo durante mucho tiempo un referente en cuánto a arte musical se refiere. Mi favorita : Wish You Were Here, para Pink Floyd.
Cuando lo fácil hubiera sido estancarse en el mainstream, tras el éxito de su recopilatorio, lanzando con un cover de My way que además sirvió como campaña publicitaria de una marca de teléfonos; Piratas tomaron el camino dificil.
El disco arranca con Teching, una canción dificil, con arranque electrónico y furioso, guitarras punzantes y una letra digámosle complicada (Tengo el corazón lleno de moscas que se mueren / ardiendo en un cajón). Tras ésta, arrancaba un ya clásico atemporal del grupo, El equilibrio es imposible con una realista y preciosa letra de Iván Ferreiro, sin ningún exceso de azúcar y que sus fans seguimos suplicando en los conciertos en solitario de este genio.
La seguia Años 80 que fué el single radiofónico y un nuevo éxito (aunque fuera de minorias) sin ninguna concesión al mainstream ni en el sonido ni en la letra, un pelín surrealista. Disimular le salia de los adentros al cantante para llegar directamente a tu alma. Tras ésta, Muertos, una canción de letra muy contundente(Siempre que me acuerdo de aquel año que pasamos, ya no es importante que te hubieras suicidado, apartándome a mi a un lado, sin haber sido invitado, sin dejarme ni una nota...). Continuaba con una de mis favoritas del disco, una canción que rezumaba nostalgia y meláncolica de una forma única, Jugar con los coches.
Filofobia, más que una canción, una suplica desgarrada para no hundirse. Caótico neutral u otra razón por la que sentirse identificado con sus letras. Inevitable, otro clásico personal, la preciosa El cielo de lo nuestro, la muy original Colores y llegamos a Cuando te duermas: una canción con muchas similitudes al Unintended de Muse y como colofón Ultrasónica, una arriesgada experiencia electrónica, que la hace un elemento arriesgado y único, como la mayoria de las canciones del disco.
Lo mejor de todo esto es que fué uno de los más vendidos de su discógrafia y sonó en todas las radios. Todo esto con un disco de riesgos asumidos, contrario por cojones a lo que debia pretender su discográfica y que deberia ser obligado de tener en las estanterias de cualquier buen amante del pop, ya no nacional, sino mundial.
Si no hubieran nacido gallegos y fueran por ejemplo de Manchester, otro gallo nos cantaria...
A medio camino entre el rock, la psicodelia, detalles de electrónica y experimentación, y la genialidad de Steven Wilson, surge este In Absentia. Un clásico de la última hornada de rock progresivo (no tan progresivo).
Es necesario dejar claro que Wilson es un genio poco reconocido de nuestra era. Muchos críticos lo reconocen como el Roger Waters (Pink Floyd) de estos últimos quince años. Con una ristra interminable de trabajos a las espaldas, este músico inglés ha sabido tocar prácticamente todos los estilos en su carrera musical con clase y nivel.
El In Absentia te absorbe desde el primer segundo. Blackest Eyes es una intro de las que quita el hipo. En su dia, mostró a los fans el camino que luego seguiria la banda : una evolución desde los sonidos más electrónicos hacia guitarras más contundentes, pero no por eso estridentes. Trains es ya un himno de la banda. Es una canción de pop complicada, sí, pero el riff de la guitarra acústica te engancha. Lo mismo sucede con The Sound Of Muzak, una crítica directa hacia la industria musical y sus magnates. También hay que destacar el grandísimo trabajo de Gavin Harrison (batería) que trabaja la rítmica de rock con una soltura y originalidad abrumadoras. La segunda mitad del disco es más experimental. Cortes como Wedding Nails o The Creator Has A Mastertape no son tan digeribles, pero demuestran de lo que es capaz Wilson en sus momentos más delirantes. El bonus track es digno de mención : Collapse The Light Into Earth la hubiera podido escribir un Thom Yorke inspirado al piano en estos dias. Pero no.
En fin, un disco redondo para dedicarle muchas pasadas. A cada escucha le salen nuevos detalles. No he dicho que sea un disco fácil, por eso.
Estos días vuelvo a esuchar el último disco del grupo argentino Miranda!, titulado El disco de tu corazón. Antes de comprarlo, había visto un par de videoclips y me había parecido que hacen una propuesta musical muy divertida pero también muy interesante, teniendo en cuenta que en los últimos años la música pop argentina había hecho pocas incursiones en la música electrónica (quizás la más celebrada haya sido la de Gustavo Ceratti, exlíder del mítico grupo Soda Stereo, que hizo el sensacional disco Bocanadas). Miranda! es una banda de electro pop argentino que se formó hacia el año 2001. Su nombre es un homenaje al actor Osvaldo Miranda, de 90 años, protagonista de películas como cómo Los muchachos de antes no usaban gomina (1937). El disco de tu corazón es, en realidad, su quinto trabajo discográfico, aunque son relativamente poco conocidos fuera de Argentina. El punto de inflexión en la seua carrera fue cuando Miranda! consiguió los premios más importantes del festival Viña del Mar, pero sobretodo se dieron a conocer por sus actuaciones en directo, amenizadas con bailes, maquillaje y ropa estrambótica. Su éxito internacional ha coincidido con otras propuestas próximas al glam pop como Mika, uno de los artistas revelación del año 2007. En su último disco, Miranda! hace algunos dúos con gente como Fangoria o la mejicana Julieta Venegas, que pone la voz en la que quizás es la canción más conocida del grupo, titulada Perfecta. En este caso, yo os he colgado en You Tube el videoclip de la canción Prisionero, que me parece espectacular.
Desde hace un tiempo hacia aquí, muchos sitios web musicales ofrecen una nueva alternativa para disfrutar de tus grupos favoritos. Ya no hace falta ni siquiera buscar en Youtube (Youtube ha muerto, alguien dixit).
La iniciativa consiste en meter a las bandas en sótanos no húmedos ni lóbregos para capturar con pocos medios técnicos y un par de cámaras la esencia de éstos. Parece un unplugged de los de MTV, pero guarda un par de ases en la manga : los grupos estan solos, y el sonido es la captura de todo lo que sucede delante de la cámara, por lo que le da calidez y honradez al tema.
Aunque con más medios de lo habitual, unos de los iniciadores fueron From The Basement (con miembros de Radiohead). Una joya de Mr. Yorke.
De los primeros también en tomar ese camino, fueron las Black Cab Sessions. Rizando el rizo, metieron a los grupos en el típico taxi inglés.
Desde Pitchfork también tomaron el sendero del señor (Hallelujah! - jojojo) con Juan's Basement.
La Blogotheque fue otro de los pioneros con sus Concerts à Emporter. Ubican a los grupos en medio de la calle, en un patio o en el comedor de su casa.
Dejándome llevar por los enlaces, un dia aterricé en este site sueco : PSL. Hay verdaderas joyas, como ver a Lykke Li sin filtros sintéticos.
Finalmente, y en estas tierras nos encontramos con Videotapas. Una iniciativa de A Letter For The Stars, que rápidamente ha juntado en su web a Tachenko, Russian Red o The Rumble Strips.
Por alternativas no será. Sé que la Fly Music se echa de menos en la TDT, pero...
La "expedición" que nos lanzamos a la aventura anual del BAM, solo lo pudimos disfrutar un dia, el sábado, pero que sábado.
Llegamos a la antigua Fábrica Damm, dónde unos tímidos Mishima, con toda su clase y calidad abrian nuestra tarde/noche. Repasaron sus tres discos, con especial dedicación a esa joya llamada Set tota la vida. Sonaron Qui n'ha begut, Miquel a l'accés 14 y mención aparte para Un tros de fang que el público cantó entre dientes con timidez.
Acabado el concierto, directos a Plaça Reial, dónde daba los últimos coletazos el concierto de Le Petit Ramon, un rara avis en el panorama actual, no por ello sintoma de calidad. El ex-cantante de Azucarillo Kings nos muestra un espectáculo transgresor, ruidista, todo lo que se quiera, pero acaba dejando indiferente y con ganas de que empiece el siguiente concierto.
Le siguieron Love of Lesbian, los cuales avisaron que era una de las últimos actuaciones de su gira.Repasaron sus hits uno por uno, con un público entregado y que coreaba cada canción y gritaba cada estribillo. Santi Balmes demuestra cada vez que sube al escenario que de frontmans de su calibre no vamos sobrados. Tuvieron como invitada de expecepción a Zahara, para acompañarles en Noches reversibles, con su voz dulce que le dió candidez al tema y final de infarto con Houston tenemos un poema, Me amo y Shiwa (tot a zen) disfrazados y alguno semi-desnudo. Un conciertazo.
De alli, directos al Fórum. No sabiamos que nos encontrariamos con Vetusta Morla, sólo que transpiran calidad y autenticidad por sus poros. Y asi fué.
El carisma y la voz tan personal de su cantante, unos músicos a la altura de un campanario y las influencias bien asimiladas de Radiohead, Piratas, incluso me arriegaria a decir que tiene un puntito de Starsailor, culminaron un set que dejó con la boca abierta a más de uno, excelentemente rematado con Sharabbey Road, con el público entregadisimo y coreando en plan hooligan el final de la canción.
Los siguientes fueron Krakovia, momento que vi desde la barrera. Son un grupo que no me acabo de creer, a pesar de lo original de su propuesta y de su guitarrista (Guille Mostaza de Ellos), me parecen bastante vacios, monótonos y simple espectáculo visual, cosa muy agradable gracias a su vocalista.
El remate de la noche venia de manos de Guille Milkyway, en un colofón a la exitosa gira de La Revolución Sexual, jugando en casa y con el público en el bolsillo desde la canción titular, que fue la primera. Fue desgranando poco a poco sus antiguos y nuevos éxitos, ya fuera al piano o de pie, guitarra en mano. Un espectáculo original y como el mismo dice, fuera de prejuicios, con todo el público colaborando en los gritos de Como un fan y totalmente suelto en la última, la experiencia voladora de Cerca de Shibuya. La Casa Azul, un grupo único dentro del panorama nacional.
También me gustaria decir, que un 0 patatero para la organización por poner tan cercanos los escenarios y encima de tecno machacón que aparte de que se cargaba el sonido del escenario, creaba monstruos sintéticos que acabaron tirando botellas al público del escenario de abajo, incluso alguna de cristal. Un asco.
In Rainbows de Radiohead ha funcionado. Y de qué manera. No es el disco más brillante de los ingleses, pero lo han lanzado del mejor modo posible. A parte del mundialmente conocido 'paga lo que quieras' por el disco, han conseguido que muchas personas inviertan medios audiovisuales, y por tanto, que involucren a muchas otras en sus visionados en Youtube o Aniboom. Y les habrá costado bien poquito.
Otra iniciativa que está funcionando es abrir los Remix de los temas a todo el mundo que quiera participar. Con el de Nude, consiguieron más de 2.000 remixes, y hace un par de semanas que habilitaron para descarga las pistas de Reckoner.
Ya de cabeza con el tema videoclip, la iniciativa compartida entre Aniboom y Radiohead es una gran oportunidad para jóvenes talentos. Para muestra, un botón : este clip para Weird Fishes / Arpeggi.
Aunque no está terminado, tanto la técnica como la idea son más que interesantes. El resto de finalistas los podreis ver en http://www.aniboom.com/radiohead/ .
Fuera de concurso también he encontrado un par de propuestas dignas de mención. La primera, un freak que ha conseguido tocar Nude con viejos aparatos electrónicos y un Spectrum.
Para rematar el tema, los mismos Radiohead lanzaron hace un mes el clip de House of Cards. Se vanaglorian de no haber utilizado cámaras. En su lugar, han utilizado unos escáner láser de alta velocidad.
El cuarto disco de la banda de Dinamarca, y el más aclamado. No suena a nada, pero suena muy bien. Vale, no es redondo ni es de estribillo, pero hace un acercamiento al pop poco corriente, y eso es lo que me gusta. Hasta la voz 'pillada de huevos' de Jonas Bjerre acaba por entrarte. Recorre las octavas con una facilidad que da gusto.
El disco tiene un arranque contundente (Circuitry Of The Wolf) en el que ya se pueden desgranar elementos distintivos del sonido de Mew : guitarras atípicas, ritmos rotos y un sonido calculado al milímetro. El disco explora melodías brillantes, recorriendo el rock, el folk, la experimentación, y por supuesto, el pop. Y eso se demuestra en Special y The Zookeper's Boy, dos singles en potencia. El final del disco lo componen piezas geniales (The Seething Rain Weeps For You, Uda Pruda) donde demuestran su madurez musical. Lo que no me encaja, son los dos últimos temas, que parecen añadidos con calzador. Aún así, es un disco de concepto(s) que da gusto escucharse del tirón.
Para los enamorados del sonido nórdico que, como servidor, piensan que los del norte de Europa son calculadores, pero con corazón.
Para cerrar el artículo, propongo Am I Wry, No?. Sí, lo sé, es del disco anterior, pero resume todo el And The Glass Handed Kites en una canción, y muestra las capacidades de Mew.
