Tal y cómo evoluciona el negocio musical, en cada momento, puede y debe ser una revolución, me jode bastante, que tanto algunas discográficas, algunos locales y todas y repito, todas, las radio-fórmulas, se limiten a creer, que los de a pie
somos lerdos, o que ellos tienen razón y si no lo somos, nos vuelven.
Internet ha demostrado, a lo largo de estos últimos tiempos, que no se necesita clonar
a grupos de letras estúpidas, de presencia impostada y de sonido vacío, para que la gente,
ya no digo que se lo compre, pero que haga su descarguita, legal o ilegal del tema.
Ejemplos de ello, internacionalmente son Lilly Allen o Arctic Monkeys, pero aquí también tenemos los fenómenos Russian Red o Zahara, que no se parecen a nada de lo que suena en Los 40 y aún asi, tienen buenas ventas y acogidas geniales en sus directos. No creo que la población necesite que le estupidicen más con clones de El Canto Del Loco (Melocos, Pignoise), de Alejandro Sanz o incluso de un sin cerebro como Melendi.
Las discográficas apuestan por eso, por probabilidades, es más fácil hacer negocio, con algo que suene igual algo que vende, que apostar por algo nuevo e imaginativo. Las radio-fórmulas, están detrás para apoyarlos. El mayor error, es que luego, al llegar al ultimo escalón de la cadena, que son los pubs, los bares de copas o discotecas, debamos seguir sufriendo esto. Muchos de los DJs que lo hacen te dirán la excusa de que les obligan a poner eso, y me niego en redondo a aceptar esto. No puede ser que por cuatro míseros chavos, dejes de estar disfrutando con tus amigos, con tu pareja o incluso sólo, haciendo algo que no te gusta.
No creo que la gente necesite estar escuchando 20 años después Chiquilla o Cuéntame un cuento, ni tenga necesidad de seguir soportando, semana si y semana también Fiesta Pagana o Zapatillas, ni tan sólo Mucho Mejor. Hay millones de opciones, actuales, infinitamente mejores, más divertidas, más adictivas y menos vacías, y que la gente, aunque fuera a costa de algunas semanas, bailaría entregada. Pero prefieren creer que la gente es burra y hay que joderse, quieras o no quieras.
A título personal, me siento orgulloso de haber pinchado siempre la música que me gustaba, en la que creía, y sin dejarme vencer por las obviedades más facilonas. Supongo que es de iluso actuar así, porque el éxito es visible y ya hablo en pasado, pero puedo decir bien alto que nunca me he traicionado ni he puesto mierda a la gente para que moviera los pies. Y esto para mí ya es todo un logro.
Espero que estos tiempos venideros, se lo lleven todo por delante y aunque se tenga que empezarde cero, que se vuelva a apostar por la imaginación, el talento y olvidarse de maniqueismos, de clones y de música vacía por dentro y por fuera, que estamos hablando de cultura, no de negocio.
Soñar es gratis. Lo demás aún no.
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