Antes que nada, he de reconocer que su disco Ready To Go (2004), es uno de esos discos referenciales, necesarios, y que la comparación podía ser odiosa con todo lo venidero.
Y este Hank, titulado así por un roadie del grupo fallecido, es un conjunto perfecto para los seguidores de ese disco, del siguiente y de los que han crecido babeantes a ritmo de Ramones, Blondie o Kim Wilde o incluso de los más recientes The Sounds.
Canciones cargadas de frescura, de pegada y con unas tonadas simplemente irresistibles, que nos hacen pronosticar aún más éxito del que ya tienen allende de nuestras fronteras.
Una canción con la fuerza de Freak Out, clásico instantáneo desde el primer acorde debería entregarles ya las llaves del cielo; I.O.U. (I Owe You), parece una posesión de Debbie Harry en toda regla y la canción una combinación idónea de garra, de sinceridad y de poderazo para los estribillos perfectos, aunque cuando realmente se han quedado conmigo ha sido en esa exquisitez vocal titulada Still Mad About You, que enamoraría al Brian Wilson más huraño, para llevarselos de gira con él o dónde fuera, y por la cual The Platters pagarían los derechos para poder hacer una cover. De derretirse también la dulce Goodbye Song.
Resumiendo : un compendio del mejor punk-rock y la new wave de NY y con el regusto clásico de la costa californiana, con algún añadido de los exquisitos coros de la Motown. ¡Para mear y no echar gota, vaya!.
Me rindo a la evidencia y tras saciarme con varias escuchas tras escuchar la presentación del disco en Disco Grande (y no solo porque lo que diga Julio Ruiz va a misa), no puedo más que recomendaros fervorosamente este Hank, uno de los que parece llamados a ser de mis favoritos del año.
Coincido con lo dicho por ti!!! =)
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